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Hay muchos sitios web cuya fuente principal de ingresos son los anuncios que aparecen junto a sus contenidos. La oportunidad de ganar más dinero ha llevado a algunos sitios web  a incrementar el espacio dedicado a la publicidad en detrimento del contenido. Otras veces, se producen efectos indeseados entre el código generado por los servidores de anuncios y la propia página web.

La respuesta del usuario ha sido incorporar Ad Blockers a sus navegadores, con el fin de minimizar los efectos de la publicidad en las páginas web, pero que también afectan a sitios web que ofrecen publicidad con mejores criterios éticos.

Evaluar y entender el impacto de estos Ad Blockers sobre los anuncios que publicas en tu sitio web es el objetivo de este artículo.

Un poco de historia sobre los anuncios en los sitios web

En el momento que la web pasó de ser patrimonio exclusivo del contexto académico a ser utilizada por particulares y empresas, el efecto de amplificación de los mensajes no pasó desapercibido para los publicistas.

El mundo digital podría convertirse en  un nuevo soporte para sus campañas, más allá de los medios escritos o audiovisuales. De hecho, el 27 de octubre de 1994 se publicaba el primer banner en el sitio web precursor de la revista Wired.

El primer banner. Nace la publicidad digital.

Al año siguiente se establece la unidad de medida del precio de la publicidad digital: el coste por millar de impresiones (CPM). En esta unidad de medida venía heredada de los medios tradicionales, en la que el coste de un anuncio venía, en gran parte, dado por la tirada del periódico o la audiencia estimada en el momento de la emisión.

La capacidad que tiene la publicidad digital de medir el impacto en tiempo real ha derivado en reemplazar esta unidad de medida por el coste por click (CPC).

En 1996 nace Doubleclick, que ofrece ya una herramienta capaz de medir el retorno de la inversión (ROI) en la publicidad digital.

En los años siguientes nacerán nuevas redes publicitarias, se generarán nuevos formatos publicitarios y los ingresos por publicidad empezarán a ser importantes para muchos sitios web, incluso, imprescindibles para su supervivencia.

Uno de los servicios que más contribuyó a la popularización de la publicidad en sitios web fue Google AdSense, que permitía a sitios web personales, pero capaces de atraer un tráfico significativo, obtener unos ingresos por publicidad.

Hoy, las herramientas publicitarias permiten difundir publicidad segmentada, acorde a las preferencias del usuario, o técnicas de remarketing, que parecen perseguir al usuario por todos los sitios por los que navega.

Sin embargo, como ha ocurrido con los medios tradicionales, muchos sitios web se han saturado de publicidad con el objetivo de obtener mayores ingresos. Y la reacción de sus usuarios no se ha hecho esperar.

La respuesta de los usuarios y la aparición de los Ad Blockers

Un estudio realizado por HubSpot en 2020 reveló por qué los usuarios bloquean los anuncios. El estudio establecía que un 91% de los usuarios considera que la publicidad digital actual es mucho más intrusiva que hace dos o tres años. De ahí, que se hayan popularizado los Ad Blockers.

Pero, ¿qué es un Ad Blocker? Los Ad Blockers son extensiones de los navegadores que detectan qué parte del código de un sitio web puede corresponderse con un anuncio publicitario e impiden que ese código sea ejecutado por el navegador.

Los Ad Blockers surgieron casi al mismo tiempo que la publicidad digital. En 1996 salió la primera extensión para el navegador Netscape que realizaba esta función, el IFF. Posteriormente surgieron otros como AdBlock, que actualmente cuenta con 70 millones de usuarios sólo en Chrome,  AdGuard, con 13 millones de usuarios en Chrome, o Adblock Plus, con unos 650 millones de usuarios. En promedio, el 37% de las personas que navegan por Internet lo hacen con un bloqueador de anuncios activado.

Ante la aparición masiva de este tipo de extensiones, las redes publicitarias reaccionaron ante los tribunales, intentando ilegalizar este tipo de extensiones argumentando que infringen los derechos de propiedad intelectual al modificar el contenido de las páginas. En 2018 el Tribunal Supremo de Berlín falló a favor de la compañía que desarrolla AdBlock Plus.

Al final quedó establecido que un usuario particular es libre de utilizar este tipo de extensiones. Sin embargo, su uso está prohibido para las compañías de telecomunicaciones a través de cuyas redes, el contenido debe de llegar inalterado al usuario.

¿Reducen los bloqueadores de anuncios mis ingresos publicitarios?

Obviamente, sí. Si consideramos el elevado número de usuarios que utilizan este tipo de extensiones, podemos asegurar que un elevado porcentaje de los que navegan por un determinado sitio web son capaces de bloquear los anuncios.

Entonces, ¿hay alguna posibilidad de anular el efecto de estos bloqueadores de anuncios? La respuesta es sí. De hecho, existen varias alternativas para hacerlo.

Sin embargo, conviene valorar el impacto de estas tecnologías sobre los ingresos publicitarios de un sitio web antes de decidir si el impacto es elevado y, si lo es, cuál es la medida más adecuada para minimizarlo.

Una herramienta gratuita para valorar el impacto de los bloqueadores de anuncios

810 millones de sitios web están hechos con WordPress, un 43% del total de sitios web activos. 

Muchos de estos sitios reciben suficiente tráfico como para que sean potencialmente monetizables a través de ingresos por publicidad y todos ellos se ven afectados por el problema de los bloqueadores de anuncios.

Afortunadamente, hoy podemos medir el impacto que tienen estas herramientas sobre los ingresos publicitarios de nuestro sitio web para, posteriormente, deducir si es interesante establecer algún sistema para minimizar su efecto.

La compañía B2.ai ha desarrollado un plugin gratuito, B2 ANALYTICS, para WordPress que permite realizar un seguimiento del uso de bloqueadores de anuncios por:

  • dispositivo
  • tipo de bloqueo (dominio, css, etc)
  • país
Panel de control del plugin B2 ANALYTICS en WordPress

Los datos obtenidos se visualizan en el Escritorio de WordPress y, cruzándose con los ingresos publicitarios obtenidos, podremos evaluar el impacto y la pérdida de beneficios atribuida a los bloqueadores de anuncios.

Entonces podremos evaluar si merece la pena intentar minimizar el impacto de los bloqueadores y, en su caso, qué tecnología utilizar.

Imagen destacada: Imagen de Freepik

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