Con la situación actual, muchos negocios han acelerado sus proceso de transformación digital. Incluso aquellos negocios que aún no se lo habían planteado, se han tenido que poner manos a la obra y volcar sus estrategias en el mundo online.
En cualquiera de estos casos, estos negocios necesitan encontrar el socio adecuado para que su inversión se vea recompensada con unas garantías de éxito. En este artículo vamos a ofrecer unos criterios seleccionar una agencia, la más adecuada para nuestro proyecto.
La paradoja del cliente
En la vida de un negocio, la contratación de productos o servicios entra dentro de las rutinas impuestas por la estrategia del propio negocio. Las personas encargadas de la contratación de estos productos o servicios conocen a los proveedores y son capaces de negociar con ellos con fluidez, sabiendo lo que compran.
Sin embargo, la contratación del desarrollo de un sitio web o de acciones de marketing digital es algo puntual, nuevo, y una circunstancia en la que se parte generalmente del desconocimiento. Entonces, ¿cuál es el proveedor que satisfará mis necesidades?
Al final, en un presupuesto de este tipo de servicios digitales el único parámetro familiar es el precio. Pero tomar una decisión basada exclusivamente en el precio puede llevar a cometer grandes errores al elegir una agencia.
El sector de servicios digitales
En la actualidad, el mercado de servicios digitales es muy amplio, muy competitivo, en el que intervienen desde profesionales independientes hasta agencias con equipos multidisciplinares.
Como en cualquier otro sector, hay de todo: los que lo hacen bien, los oportunistas y los que lo hacen mal. Esto influye también en los rangos de precios. Así, para un mismo proyecto, nos podemos encontrar con rangos de precios muy dispares, lo que en modo alguno facilita la decisión, algo que ya comentamos en este blog en el artículo ¿Cuánto cuesta una página web?
Por este motivo, es muy importante fijar unos criterios adecuados para elegir una agencia ya que, además, este tipo de proyectos suelen tener un recorrido largo y establecen relaciones a medio/largo plazo.
Las etapas del proyecto
Cualquier proyecto de presencia online tiene una serie de etapas que suelen comenzar con el desarrollo de un sitio web, a modo de piedra angular sobre la que va a rotar toda la estrategia digital. Asimismo, estos proyectos suele tener dos fases bien diferenciadas: el desarrollo y puesta en marcha, como tareas previas, y la posterior explotación.
El desarrollo y puesta en marcha
Antes de continuar, debemos de establecer una premisa importante: cualquier proyecto online exige de una implicación importante y esencial del cliente durante todas sus etapas que va mucho más allá de pagar las facturas que la agencia le vaya presentando. Será la única forma de alinear los objetivos estratégicos del negocio con el trabajo de la agencia.
Veamos los distintos pasos:
La conceptualización. En esta etapa se fijan los objetivos de la estrategia digital, qué se pretende obtener y cómo. Para ello, la agencia deberá conocer cómo es la empresa, qué hace, por qué lo hace y para quién lo hace.
La identidad digital. En esta etapa se adaptará la identidad del negocio al mundo digital, si ya se dispone de ella, o se creará desde cero. Como resultado de este proceso tendremos una guía de identidad digital que recogerá aspectos como logotipos, colores, tipografías, tratamientos gráficos e, incluso, el estilo de la redacción de contenidos. Asimismo, se incorporarán los diseños de los distintos tipos de páginas que compondrán el sitio web y las piezas fundamentales para redes sociales.
Desarrollo técnico. En esta etapa se parte de definir la infraestructura (dominio y hospedaje), la plataforma de desarrollo (WordPress, Prestashop, etc…) y se construirá el sitio web, integrando diseño y contenidos, hasta que esté en condiciones de hacerse público.
Explotación
Una vez que el sitio web está visible para los usuarios, comienza la etapa de explotación. En términos generales, esta etapa estará dividida en dos grande grupos de acciones:
El mantenimiento, para garantizar el correcto funcionamiento del sitio web, la incorporación de nuevos contenidos y la gestión general del sitio.
La promoción del sitio web, con el fin de atraer cada vez más tráfico y que puede comprender un número importante de acciones relacionadas con el SEO, la publicidad online (SEM), email marketing, marketing de contenidos y presencia en redes sociales.
Los criterios para elegir una agencia
Como ya hemos visto, son muchas las tareas las que hay que desarrollar y muy variadas las competencias necesarias (consultoría, diseño gráfico, desarrollo, traffiker, SEOs…).
En consecuencia, estos son algunos de los criterios que debemos valorar para seleccionar la agencia adecuada para nuestro proyecto:
Capacidad de entender
Esta es, sin duda, la más importante. La etapa de conceptualización a la que nos hemos referido, es el pilar de todo el proyecto. La capacidad de entender se puede valorar por el nivel de preguntas que la agencia realizará y que, como conocedor del propio negocio, será fácil determinar si las preguntas formuladas son las correctas para entender las necesidades del negocio y de sus cliente.
Experiencia
El ecosistema de las agencias es bastante dinámico con profesionales que entran y salen de ellas con frecuencia. El valor de una agencia se mide por la experiencia de las personas que la forman y no por su antigüedad. Agencias muy consolidadas pueden tener personal con poca experiencia y agencias nuevas pueden acumular una gran experiencia en las personas que la forman. Conviene conocer a las personas que van a estar al cargo del proyecto.
Partnership y certificaciones
En el ámbito del marketing digital se utilizan herramientas complejas de terceros. Es muy conveniente que las personas que intervienen en el proyecto y que han de utilizar estas herramientas estén certificadas para su uso, bien a nivel individual, bien a nivel de agencia.
Presentación de los presupuestos
El presupuesto es un excelente indicativo de la profesionalidad de la agencia. Un presupuesto detallado en el que se definen parámetros como objetivos, flujos de trabajo, especificaciones técnicas y de diseño y cómo se establecen las relaciones cliente-agencia muestra experiencia y garantía. Se debe huir de los presupuestos de una o dos páginas.
Precio
Aunque es el parámetro más reconocible por el cliente, normalmente no debe de ser el criterio básico de selección. Muchas veces es preferible hacer menos cosas y hacerlas bien que hacer mucho y mal. Es preferible preguntar a la agencia qué se puede hacer con un determinado presupuesto y si se pueden alcanzar los objetivos con dicha cantidad.
Cercanía
La situación actual de la tecnología permite que se puedan desarrollar proyectos de este tipo desde cualquier parte del mundo. Sin embargo, la cercanía entre cliente-agencia es un factor muy importante, porque en el éxito de un proyecto intervienen factores culturales y de proximidad con el entorno en el que el cliente desarrolla su actividad. Por ejemplo, para un negocio establecido en el País Vasco puede suponerle una ventaja el contratar con una agencia local, como mis amigos de SEMBI, en Bilbao.
En conclusión
Trasladar un negocio al mundo digital con éxito no es una tarea fácil. Requiere elegir una agencia adecuada para mantener una relación a medio/largo plazo, con una buena capacidad de entendimiento y de ejecutar las acciones necesarias para cumplir nuestro objetivo.
El sector de las agencias digitales es muy dinámico y competitivo. Es un sector en el que la experiencia, el conocimiento y la cercanía, mucho más que el precio, son criterios muy importantes a la hora de elegir una agencia.