En alguno de los últimos análisis de tiendas on line que he realizado para varios clientes, me he encontrado que muchas tiendas españolas están empezando a trabajar con Shopify. Como consultor no me gusta “tocar de oído”, así que decidí abrir una tienda on line y, después de casi tres meses de trabajar con ella, estas son mis conclusiones.
Mi idea al empezar a trabajar con Shopify era saber en cuánto tiempo era capaz de tener la tienda on line lista para la venta, la dificultad de configuración y sus costes asociados.
¿Qué es Shopify?
Shopify es una plataforma de comercio electrónico de alquiler. A diferencia de otras plataformas como Prestashop, WooCommerce o Magento que, en principio, podrían parecer gratuitas, pasados los primeros días de pruebas, Shopify empieza a cobrarnos, vendamos o no.
La tarificación de Shopify va en función del plan elegido, pero también de las ventas. Esto quiere decir que, además de una cuota mensual, debemos de pagar un porcentaje por cada venta realizada. A mayor cuota mensual, menor comisión por venta y viceversa. También, a mayor cuota mensual, más cuentas de usuario podremos tener.
Primeros pasos
El procedimiento de contratación es sencillo. Solo necesitas disponer de una tarjeta de crédito en la que te cargarán mes a mes los gastos de la tienda y listo. No es un proceso muy distinto al de la contratación de cualquier otro servicio por Internet por lo que no abundaremos en ello.
Previamente habremos elegido un nombre para la tienda y, al finalizar nuestra contratación tendremos una tienda alojada en un dominio que será nombredemitienda.myshopify.com.
Si disponemos de un dominio propio, podremos utilizarlo, aunque su configuración no es especialmente fácil, ya que habrá que manejar los registros de DNS. La cosa se complica aún más cuando, además, queremos tener cuentas de correo vinculadas a ese dominio. En este sentido, tendremos que solicitar a nuestro proveedor de dominios que nos habilite al menos una cuenta de correo con su correspondiente buzón si queremos manejarnos con cuentas de correo tipo [email protected]. Si esto es así, tendremos que modificar los registros de las zonas DNS relacionadas con el servicio web para que apunten a los DNS de Shopify, mientras que aquellos relacionados con el correo electrónico, deberán permanecer en el servidor que nos haya proporcionado nuestro proveedor al contratar el servicio de correo.
El escritorio de Shopify
El escritorio o dashboard de Shopify es completo pero sencillo. Es fácil navegar entre las diferentes opciones y su manejo se comprende a la primera. Existen multitud de ayudas para dar los primeros pasos y una documentación abundante y bien organizada, además de otras opciones de soporte. Esto sí, todo está en inglés.
En el escritorio podremos configurar nuestra tienda, cambiar y configurar la plantilla, crear nuestro catálogo, seguir pedidos e incorporar apps, que los los plugins o addons de otras plataformas. En definitiva, no se echa de menos nada. Los informes disponibles varían en función del plan contratado, aunque los básicos son suficientes para los primeros momentos.
Aunque el escritorio está en inglés, existen traducciones del front end de la tienda, por lo que nuestros clientes podrán navegar en español u otro idioma que elijamos. Conviene revisar estas traducciones para adecuarlas a nuestro estilo de comunicación.
El hospedaje de Shopify
El hospedaje de Shopify es francamente bueno, con servidores ubicados en Canadá, con mucho espacio en disco (el número de productos para el plan más bajo ya es ilimitado), así como un ancho de banda importante, lo que hace que las páginas de la tienda se carguen con bastante rapidez. El único problema es que no incluye un servicio de correo electrónico personalizado como hemos comentado antes.
En cuanto se haya verificado el cambio de DNS (para dominios .com suele ser entre 2 y 4 horas, para los dominios. Es suele tardar unas 24 horas), Shopify nos ofrece un certificado SSL gratuito que cubre toda la navegación por nuestra tienda.
Entretanto, nuestra página web se visualizará con un mensaje del tipo “página en construcción” que nos permitirá acceder al escritorio con una contraseña.
Los temas o plantillas de Shopify
Shopify se instala con una plantilla por defecto con funciones básicas. Hay un repositorio de plantillas gratuitas y de pago bastante interesantes. Además, puede incorporar plantillas desarrolladas por terceros o por nosotros mismos (hay buena documentación para poderte crear una plantilla, pero es un trabajo importante).
Las plantillas Premium son bastante caras. Hemos de suponer que por la ley de la oferta y la demanda y que, como consecuencia, bajaran con el tiempo. En cualquier caso, yo opté por una gratuita razonablemente potente y una estética razonable.
Con los suficientes conocimientos, es posible modificar las plantillas on line, cambiando su código. También, cada plantilla lleva su propia traducción que habrá que revisar y su configuración. Cuando hay actualizaciones de la plantilla (al igual que de todo el sistema, éstas se instalan automáticamente).
Las apps de Shopify
Lo que otras plataformas de comercio electrónico llaman plugins, módulos o addons, en Shopify se conocen como apps. Disponemos de una tienda on line donde conseguir estas apps que dotarán a nuestra tienda on line de nuevas funcionalidades de todo tipo.
Las hay gratuitas y de pago. Las gratuitas, muchas de ellas desarrolladas por Shopify, pueden ser suficientes para muchas tareas básicas. Cuando necesitemos algo más especializado, y las hay para todos los gustos, tocará rascarse el bolsillo, ya sea mediante un pago fijo o mediante cuotas mensuales. Los gastos generados por estas apps se cargarán mensualmente en nuestra tarjeta de crédito, junto con los pagos ordinarios a Shopify.
