La landing page, o página de destino, es la parte del sitio web donde pretendemos lograr la interacción entre el visitante y nuestro sitio web. Por ello debemos prestar mucha atención a su diseño.
¿Qué es una landing page?
Todo sitio web debe nacer con uno o varios objetivos. Además de darnos a conocer, por lo general, pretendemos que nuestros visitantes dejen un rastro de su visita más allá del tracking de Google Analytics o del relleno de un formulario de contacto. En definitiva, buscamos que reconozcan nuestra propuesta de valor.
A diferencia de la página de contacto, en la que normalmente situamos un formulario para que un visitante nos deje sus comentarios, la landing page es una página en la que le “vendemos” al visitante algo (una propuesta de valor) y queremos que el visitante reaccione de una determinada manera.
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En un comercio electrónico, cualquier página de producto es una landing page, en la que queremos que el visitante lo añada a su cesta de la compra. En otros tipos de sitios web, simplemente querremos obtener sus datos para incorporarlo a nuestra lista de correo o a nuestro CRM.
La arquitectura de una landing page
Antes de comenzar con el diseño de nuestra landing page, debemos trabajar nuestra propuesta de valor. Aquí debemos de hacernos dos preguntas:
- ¿Qué queremos “vender” a nuestro visitante?
- ¿Cómo queremos que el visitante responda a nuestra propuesta de valor?
Las propuestas de valor pueden ser de lo más variadas, desde la compra de un determinado producto o servicio, hasta la captación de leads, pasando por la realización de una encuesta. En cualquiera de estos casos hemos de tener en cuenta que nuestra propuesta de valor debe ser única: una landing page con más de una propuesta de valor pierde eficacia.
A continuación deberás argumentar en qué beneficia al visitante la aceptación de tu propuesta de valor.
Por último, deberás explicar qué quieres que haga el visitante en respuesta a tu propuesta de valor: añadir el producto a la cesta de la compra, rellenar un formulario, responder a una encuesta…
La utilización de imágenes adecuadas a la propuesta de valor mejora la eficacia en la respuesta.
Una landing page sin distracciones
Cuando hemos atraído a un visitante a nuestra landing page debemos, por todos los medios, evitar que se vaya sin completar la acción.
Por esta razón, debemos eliminar cualquier enlace que lo pueda sacar de esta página, lo que incluye el menú de navegación e, incluso, el pie de página. El visitante debe centrar su atención exclusivamente en lo que le estás proponiendo. Si quiere irse, tendrá que hacer clic en “Atrás” de su navegador o cerrar la pestaña.
Esto puede parecer un poco drástico, pero debemos entender que lo que queremos es cualificar al visitante. Si al visitante no le interesa lo que le proponemos, a nosotros no nos interesa su visita.
En este ejemplo vemos una landing page que carece de enlaces y centra la atención del visitante en la descarga de un ebook:
Y después ¿qué?
Cuando la acción que pedimos a nuestro visitante es que rellene un formulario o participe en una encuesta, aún debemos realizar una acción más: diseñar la página de gracias.
Al margen de que enviemos un correo a nuestro visitante, es importante redirigirlo a una página de agradecimiento.
Además de que el visitante recibe un feedback inmediato de haber completado la acción que le hemos pedido, psicológicamente lo tenemos en el mejor momento para presentarle otra propuesta de valor.
Es el momento de hacer “ventas cruzadas” y, por tanto, darle acceso a otras landing pages con propuestas de valor que puedan satisfacer su interés.
Concluyendo
Diseñar landing pages es todo un arte. No debemos confundirlas con las páginas de contacto ya que están basadas en propuestas de valor.
Evitemos distracciones y hagamos que nuestro visitante vaya “al grano”.
Seamos agradecidos y, si tenemos otras propuestas de valor, hagámoslo saber.